lunes, 16 de mayo de 2016

El tercer género en India: la viuda

por Dandan Chen* (UCM)
La película Agua (Water, Deepa Mehta 2005) cuenta una historia que ocurrió en un ashram hindú (casa de las viudas) en 1938, cuando las viudas todavía vivían bajo condiciones extremamente duras. Según la ley de Manu (1) , si una mujer queda viuda, tiene tres opciones: incinerarse junto a su marido, casarse con el hermano menor del marido, o vivir una vida de abnegación. La película empieza con la muerte del marido de Quya, una niña de siete años, el destino que le espera es ser enviada a un ashram para llevar una vida de sacrificio. De allí, a través de los ojos de Quya, nos presenta como es la situación de supervivencia de las viudas en los años 30.
Agua es uno de los tres elementos de la directora indo canadiense Deepa Mehta, las otras dos obras de la trilogía son Fuego (1996) y Tierra (1998), que tratan también sobre la situación de las mujeres indias. Indudablemente, la identidad de mujer india y su experiencia extranjera le ha permitido a Mehta filmar unas películas tan impactantes. Como mujer india, ella posee conocimientos profundos sobre su propia cultura y la situación de las mujeres y las puede reflejar con fidelidad en sus películas; por otra parte, gracias a la experiencia de vivir en Canadá, la directora obtuvo una visión exterior al mirar las cuestiones de su país. Cabe mencionar que durante la filmación de la película experimentó duras luchas contra muchos adversidades, ya que fue irrumpida varias veces por acusaciones falsas, tensiones, manifestaciones de las derechas conservadoras y al final, la directora Mehta fue obligada a llevar a cabo la filmación de la película en Sri Lanka en lugar de en su país, India.
La castración de la feminidad y el tercer género: viuda
Como se muestra en la película, las viudas en el ashram llevan una túnica blanca, mejor dicho, una tela gruesa sin coser, y queda prohibido llevar adornos ni joyas. Una vez ha muerto su marido, ellas se tienen que rapar la cabeza y llevar el pelo muy corto durante toda su vida. La única excepción es Kalyani, quien puede tener el pelo largo para deleitar a los clientes. Además, ellas se tienen que marcar la cara con ceniza en muchas ocasiones. Con todos estos medios se consigue anularles la feminidad. Ellas no son identificadas como mujeres, sino viudas.



En la cultura de India, el blanco es el color de luto; las viudas están obligadas a vestirse de color blanco o gris ligero, que son los colores sin vida. Por una parte, eso es por motivos económicos, pues su único ingreso proviene de mendigar en la calle, cuya cantidad incluso no les llega para cubrir los gastos de comida diaria y no les sobra dinero destinado a cosas de maquillaje y ropa. La otra causa más primordial es porque, según el libro de Manu, la esposa es una parte del marido, y cuando este muere, la esposa también está medio muerta. La tradición que se les aplica tiene dos propósitos principales, uno es de esta forma obligarles a permanecer enlutadas eternas de su marido y manifestar su insistencia de la pureza de cuerpo y alma; el otro es que, en comparación con las demás mujeres, quienes llevan ropa de colores llamativos y joyería, la sencillez y modestia de su ropaje les reprime la feminidad atractiva, y así atenuan su atracción a los hombres. A través de esta castración de la feminidad , las viudas pierden su identidad como mujeres. 


Ellas no están admitidas por ningún género ni mujer ni hombre, pero recibe de ellos la discriminación doble, primero por ser mujer y luego por ser viuda. Este grupo marginal apenas tiene contactos con la sociedad. Sin amigos, sus familiares les ignoran y se olvidan de su existencia. Ellas fueron despreciadas por la sociedad como clase inferior al ser humano, como un engendro que traerá mala suerte y con el que la gente quiere marcar distancia.

El agua y la reencarnación
El nombre de la película es Agua. Como una constante en la película, el agua se relaciona íntimamente con la vida de los indios. La ceremonia de boda se efectuá en una barca sobre el agua, la gente se ducha en el río, la cremación de cadáver es en la orilla y luego se le arroja hacia el agua. Es la religión que brinda un sentido enriquecedor al agua, que según ella, es el sitio que el ser humano consigue su reencarnación. Para los hinduistas, allí esta vida finaliza y la siguiente comienza. Por eso hoy en día, los creyentes más fieles siguen practicando la peregrinación al Rio Ganges para poder lavarse el cuerpo y purificar el alma, y morirse allí para conseguir una reencarnación mejor.


El día en que se queda viuda la mujer, su vida ya está muerta; pasará toda la vida esperando que llegue la muerte. La única aspiración suya es poder encarnarse en un hombre. Bajo este contexto, la tía, la mujer mayor del ashram, antes de morirse, utiliza el último aliento con toda la fuerza que le queda en esta vida pidiendo agua. Consciente de que no podía morirse al lado del río, está conforme de limpiar su cuerpo con el agua, con el miedo de no poder renacer en hombre en la siguiente vida. A ella el último y el único recuerdo delicioso de este mundo es el sabor de Lazo (una dulce que se come sólo en la boda), y la cosa más deliciosa que ha comido en su vida.

Una forma de vivir, como flor de loto
En la Sutra, la flor de loto en el agua no se deja ensuciar por cuestiones mundanas, considerado el símbolo de pureza, virtud y reencarnación. En el carruaje, Kalyani contó a su amante Narayan, para ella es ideal poder vivir como flor de loto, el agua la hace crecer y la purifica, la mantiene desinfectada del barro. Es una metáfora de su situación propia, aunque la jefa del ashram, Madhumati, le obliga a efectuar prostitución para ayudar en los gastos básicos del ashram, ella no ha perdido su fe ni se deja debilitar la pureza mental de sí misma. En la película, Kalyani frecuenta el río para lavar a su perrito, a Chuiya, y a sí misma. Como todos los hinduistas, Kalyani sostiene la creencia de que el agua le depurará de las cosas sucias. Sin embargo, la suciedad del mundo es mucho más potente que su fe. Cuando la barca de amor que debería conducirle a la felicidad llega a la casa de Narayan, la realidad le pegó fuertemente una bofetada en su cara, descubrió que el padre de su amante era uno de sus clientes. De repente, toda su fe y confianza en el amor se han arruinado ante la tradición; quedó totalmente desesperada y no tuvo otro remedio que elegir ahogarse en el río.


La situación actual de las viudas en India
En comparación con lo que hemos visto en la película, la situación actual de las mujeres viudas no han mejorado particularmente nada. Este tipo de tragedia no ha dejado de ocurrir en la India de hoy. Según un reportaje publicado en ABC en 2013, todavía hay más de 30,000 viudas que viven en Vrindavanhoy, su otro nombre es la ciudad de las viudas. Según Diana Ros, la fundadora de « SOS MUJER», «veo a las mujeres vagando como fantasmas, rezando durante ochos años por una rupia (que equivale a 0,01457 euros)».
Según el Código de Manu, «una mujer no será nunca independiente, una viuda debe sufrir muchos antes de morir, debe ser pura en cuerpo, pensamiento y alma». Sin embargo, según la ley, se establece que la viuda debe recibir anualmente unas 1.500 rupias y tienen derecho sobre las pertenencias de sus maridos. Como muchas de ellas son analfabetas, no saben leer ni escribir. Como estas leyes pueden perjudicar a los beneficios de los demás, nadie les informa de tal ley y los derechos que deben tener y reclamar.
Al final de la película, nos da la repuesta de por qué las viudas tienen que llevar una vida de sufrimiento: porque la religión está tratando de esconder una realidad. El verdadero motivo de aplicar esta tradición es nada más para ahorrar una boca, una cama, un rincón. En un país donde la religión tiene mucha mas influencia que la ley, y por la falta de educación, estas mujeres inocentes han sido sacrificadas para beneficio de los demás.

(1) "India, donde ser viuda supone estar muerta en vida", ABC 6/04/2013
http://www.abc.es/internacional/20130406/abci-india-viudas-vida-201304051754.html



* Dandan Chen, profesora universitaria,. Magister por la Universidad Complutense. Realiza su tesis doctoral en la UCM