domingo, 17 de marzo de 2013

La Radio, Nicola Tesla y el fin de la Civilización

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Cada vez que surge un nuevo medio se acumulan discursos  sobre ellos. Lo que para unos es un gran invento, para otros es considerado una amenaza psíquica o física  para la persona,  moral o cultural para la sociedad e incluso sobre la salud, individual y colectiva. Platón inauguró históricamente la serie con la crítica a la "escritura"; posteriormente se producirán los ataques contra la imprenta, que también se vio negativamente para la sociedad. Los demás medios han tenido respuestas parecidas cuando han aparecido. Hoy son las Nuevas Tecnologías digitales las que son objeto del discurso de psicólogos, pedagogos, sociólogos, filósofos, etc. Pasado un tiempo las cosas se calman y la llegada del siguiente medio vuelve a despertar los discursos de expertos y profanos a favor o en contra.
Los discursos se pueden agrupar, de forma amplia, principalmente como técnicos, morales, culturales y médicos, relacionados con la salud. Con la llegada de la Televisión, por ejemplo, esta pasa a ser responsable del deterioro del estudio, de la distracción, de que no se hable en las familias, de dolores de cabeza y problemas de visión, etc. El cine también había sido acusado de la perversión de las costumbres; las censuras que se pusieron en marcha lo atestiguan. Esas iniciativas suelen ir acompañadas de discursos explicativos que resulta de gran interés para comprender históricamente la introducción de los medios en la sociedad. En su "Discursos sobre la lectura 1880 -1980" (1998), por ejemplo, A.M. Chartier y Jean Hébrard recogieron las distintas formas textuales que tienen como objeto el hecho de la "lectura", desde los escritos administrativos que lo regulan a los académicos, médicos, psicológicos, etc. Toda una serie de discursos dan cuenta de ella, permiten recrear una imagen cambiante en el tiempo del fenómeno. Puede hacerse de forma similar con los demás medios.


Rastreando por estos mundos virtuales —en los que la gente tiene la generosidad de compartir los documentos que posee— he tenido ocasión de encontrar algún número completo de una publicación norteamericana dedicada a la radio, Radio Mirror, que en el publicado en enero de 1935 (vol. 3 nº 3) incluye un texto interesante sobre el debate radiofónico en los términos señalados. Es un debate en plena edad de oro de la Radio. La relevancia del artículo cuyo título es tan directo como "Is Radio Menacing Civilization? Two greats minds take opposite sides" (pp. 40-41) proviene esencialmente del personaje que se sitúa a favor de la Radio y que no es otro que Nicola Tesla (1856-1943), uno de los grandes inventores que lograron con sus ideas convertirla en un medio social. Tesla era en ese momento uno de los personajes más populares en los Estados Unidos a donde había llegado desde la Croacia del Imperio Austrohúngaro. En contra de la Radio está el Dr. Charles G. Shaw, profesor de la Universidad de Nueva York e ilustre científico y académico de la época.

Veamos en primer lugar las razones de Shaw en contra de la radio cuya respuesta a la pregunta de si "está amenazando la civilización" es contestada con un "sí" inicial y rotundo:
Is radio menacing civilization?
"Yes!" says Dr. Shaw. "By lowering our cultural standards, by affecting our health, and by menacing our property and lives, it presents a decided danger. Of course, it is mighty pleasant to sit before a fireplace on a cold night and relax while the radio entertains us without a bit of effort on our part. But think for a minute: what do you listen to, night after night? The few brain building talks on the air? No. It's the crooning Bing Crosbys, the Your Lover sketches, the nitwit comedians that rank, first. "
"Yet listening to them repeatedly tends to dull one's power of concentration, to make flabby mental fibre."
"As to our health, even the doctors who utilize radio waves in surgery to cut away  diseased tissue admit certain radio waves are dangerous to handle."

Los ataques del Profesor Shaw contra la Radio contienen argumentos de diferente naturaleza, como podemos apreciar. Se ven amenazadas la Cultura y la Salud, las propiedades y las vidas. Las agradables veladas escuchando a Bing Crosby o a los cómicos de turno son engañosas; producen la destrucción de la cultura y "reblandece el cerebro", debilitando la capacidad de concentración.

Shaw mencionará más adelante accidentes con incendios de dirigibles de los que pudieran ser responsables las ondas de radio al hacer saltar chispas; señalará que son peligrosas en palabras de los ingenieros de la compañía General Electric, que las manejan en su trabajo. Las ondas de radio son un riesgo grave para la salud. Y pueden convertirse en armas en el futuro, señalan los expertos de la Marina USA. El uso de la radio por tierra, mar y aire convierte el mundo en un lugar amenazado, más inseguro. Por si fueran poco, todavía le quedan en la recámara algunos argumentos sobre la peligrosidad de la Radio:


"But there is still another way that radio damages us, and that is through increasing noise around us. A physician's or a psychologist's opinion isn't needed to convince us that noise ruins our nerves, lowers our resistance, and makes it harder for us to think. 
"Many of the ills of the big city are laid directly at the door of radio noises: they rush at you from all sides, from apartment houses, shops, restaurants, and taxis. Dr. E. E. Free, the expert on sounds, recently made a study of city noises. His conclusion was that while radio noises weren't the loudest of city noises, they were the most irritating. And experiments have shown that even our digestive ability is slowed down under the influence of noise.

Una ciudad inundada de ruido, en la que ya no es posible pensar —¡ni hacer correctamente la digestión!— es el panorama que Shaw ve a su alrededor, un mundo en declive, camino de la ruina. Pero los discursos negativos sobre la Radio son interesantes porque hacen manifestarse esas idealizaciones en un sentido y otro.

La contestación de Nicola Tesla es contundente: " Stuff and nonsense, according to Dr. Tesla". Tesla es presentado como el mayor experto en ondas de radio, el hombre que más sabe sobre ellas tras treinta años de trabajo. Sus respuestas se reparten ante la diversidad de las acusaciones. La Radio, señala, como gran ventaja cultural une a la gente: "Anything that annihilates distance and time can't help but advance our civilization. And radio is the best time and distance killer we've ever had."
No niega la peligrosidad de las ondas de radio, pero —señala— lo mismo ocurre con cualquier forma de energía, como la electricidad, si no se utiliza con prevención. La cuestión de la "baja cultura" también tiene contestación: "And you can't blame lowering our culture on radio," he insist, "blame it on yourself and myself. The type of program that comes over the air is the type you and I want to listen to."
Comparte Nicola Tesla la preocupación por el ruido: "I can appreciate people's complaining about the noise radios make, because at one time I was terribly affected by all noises. No matter what kind, noises are extremely irritating." La coincidencia de ambos es significativa: la radio ha inundado el entorno de sonidos y ruidos. No se puede olvidar, señala, que la Radio está en sus inicios y que se producen muchos ruidos innecesarios: "Radio apparatus still isn't properly designed. But gradually the objectionable features will be eliminated by improvement in radio equipment itself."
La defensa de Nicola Tesla frente a la pregunta si "la es una amenaza para la Civilización", se reparte en todos los ámbitos requeridos: la salud, la cultura y los peligros de vivir en un mundo con radiaciones en el que se verían afectados los transportes. El hecho de que la revista Radio Mirror introdujera entre sus páginas el debate es señal de que la polémica estaría presente entre los aficionados al medio, en el apogeo de su popularidad. Recurrir a uno de los científicos más famosos de su tiempo nos muestra también que el asunto se tomó en serio.

* "Is Radio Menacing Civilization?" Radio Mirror vol. 3 n. 3 enero 1935 http://www.otrr.org/FILES/Magz_pdf/Radio%20Mirror/Radio%20Mirror%203501.pdf




Joaquín Mª Aguirre es profesor de la UCM, crítico, editor de la revista de estudios literarios Espéculo y del blog El juego sin final. Su blog diario es Pisando charcos. 

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